jueves, 21 de abril de 2016

Mi mirada.

Alguna vez quisieron hablar con alguien y ese alguien en vez de mirarlos a ustedes miraba su celular? A mi si me paso. Que se siente? una mierda.
Cuando una persona le presta la mirada a la otra, le presta emociones, sentimientos, energía, afecto, confianza. Hay un sabio que dice que a menudo se conoce por los ojos lo uno lleva en el fondo del alma, su bondad o su mala disposición.
Si nos diéramos cuenta lo importante que es mirarse a los ojos, que los mensajes los podemos trasmitir de otra manera, dejaríamos de prestarle atención a otras cosas.
Si ya es lindo que nos presten los oídos, imaginemos si nos prestan la mirada también, una lagrima, un destello, brillo, enojo, pasión.
En mi opinión una mirada de amor puede decir mas que un te amo, una mirada de angustia mas que un grito de ayuda y una de alegría mas que mil sonrisas.
Hasta nos pueden llegar a hipnotizar con una mirada, nos pueden devolver paz y armonía, nos pueden desnudar el alma y hasta nos devuelven recuerdos, y no exagero.
Pena dan los que la utilizan como engaño, que en su falsedad, nos sumergen en un mundo de mentira y engaños y benditos sean los que la utilizan como arma de buena fue.
Están las miradas fuertes y penetrantes, están las miradas débiles y están las miradas que hablan.
Es tan simple, intentemos volver a mirarnos a los ojos, entremos en ese viejo-nuevo mundo de conectarnos nuevamente.

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