miércoles, 25 de mayo de 2016

Tardes de verano

Como anexo a esta historia que parece sacada de cuentos de la cripta mejor llamada mi vida paso a comentar como fueron aquellos días de verano, ese famoso primer verano.
Para una persona que no le gusta el frió, la mejor estación del año seria el verano?, y para una persona que no le gusta el frió y tampoco la playa? como arreglamos esto?, un poco vueltera, pero al pasar los años me fui a acomodando en este  clima de calor intenso y pocas ganas de querer meterme en una pileta comunitaria o agua salada que cuando salis sos mas un chicle que una persona (no hablemos si justo el viento soplo y te lleno de arena)
Lejos de no querer mostrarme como soy en una playa llena de gente, lejos de taparme en una pileta, lejos de todo eso, mis pocas ganas de querer ir a esos lugares radica por otro lado, por ejemplo? no poder tirarme un clavado porque no sabes si te llevas puesta a una persona o volver a tu casa y al día siguiente encontrarte con que un gil con conjuntivitis se refresco al lado tuyo y tenes el ojo como una bola de boliche.
En fin, no me gusta ir, me niego a ir. Pero cuando una persona te empuja, te insiste a que la acompañes, el rol de amiga pasa por ahí, creo, en acompañar, en ver sonreír a la otra persona, en seder y eso me pasaba a menudo, no me gustaba pero mis palabras no sonaban alto (y no lo digo como una queja, era una placer para mi acompañar a mi amiga en sus caprichos, que mas lujo que ese?), el ''te paso a buscar en 10 estate lista'' era un todos los días en mi, que se yo, me movía, por lo menos hacia algo, hacia cosas de persona que pasa un verano.
Esos días se terminaron y también termine yo de frecuentar esos lugares, la no había una persona que me moviera y tampoco pensaba hacerlo por mis medios (ojo, no es que necesite a alguien que me mueva, pero en estas cuestiones un empujón no viene mal)
Mis días enteros eran dormir, estar adentro, una hoja de papel tenia mas bronceado que yo y un árbol mas vida social. Si bien lo físico es lo que se ve, lo peor es lo mental, me maquinaba todos los días, la cabeza trabajaba a mil por hora, mis pensamientos negros me dominaban y así me fui destruyendo de a poco, sin ayuda de nadie, con mis propias manos. Claro que ahora lo veo con otros ojos, en ese momento era un mundo contra mi, ahora se que era yo contra el mundo.
Por que la negación a salir? y bueno en mi cabeza tenia la idea de si no va a ser como antes que no sea, y para una persona que vive de rutina es muy fácil creerlo. Las cosas ya no eran como antes, esta vez estaba sola de verdad sola, todos tenían sus planes de verano yo no y no quería que alguien me modifique.
De juntarme a comer con amigas? imposible y salir a algún lado? mejor ni hablar de ciertas cosas. Eran un abismo para mi, era incompatible y lo peor era que me lo creía.
 No se como explicar lo que era mi cabeza en ese momento, era como si todo el tiempo tocara fondo pero me seguía hundiendo, nunca terminaba, sentía culpa de seguir acá, sentía rabia, sentía bronca, impotencia. Todos los sentimientos mezclados, las risas se habían apagado igual que el brillo (y es algo que hasta ahora sigo padeciendo), porque ya no encontraba nada para reir, para compartir, pena.
Lo bueno es que esos días pasaron y también aprendí a convivir con eso, la verdad es que si una persona tarda diez años en hacer su duelo bien por ella que logro hacerlo y si una persona tarda tres días bien por ella también, creo que lo importante es englobar todo, exprimirle lo bueno, quedarse con eso y seguir, no importa cuanto tiempo te lleve, lo importante es hacerlo y hacerlo bien, completo. Hoy en día mis veranos son diferentes, no me gusta ir a la playa pero voy, no me gustan las piletas pero voy, me adapto, aprendí a empujarme sola y si me caigo me levanto sola también, aprendí a que depender de una persona no es lo que necesitamos, depender de uno es lo importante, porque al fin y al cabo el que siempre te va a acompañar vas a ser vos mismo. Salud.

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